
Natural del maestro Pepe Luis Vázquez en la Plaza de Toros de Chacra Ríos en Lima - Perú
El maestro Pepe Luis Vázquez recibió la alternativa un
15 de agosto del año 1940, siendo padrino el diestro Pepe Bienvenida y testigo “Gitanillo
de Triana” en su plaza, la “Real Maestranza de Sevilla”.
El recuerdo de su toreo sigue presente en aficionados
veteranos y los que lo han podido ver en videos, dicen los entendidos que su
técnica se basaba en la “inteligencia”, pues el maestro sabía en que momento
parar la faena porque el toro ya no daba más de sí.
Ya retirado su experiencia y sabiduría acumuladas con
los años le permitieron ser observador crítico. Miraba y no le gusta lo que veía.
Y hablaba, que a nadie le quepa la menor duda, desde la legitimidad que le
confiere ser conocedor de una profesión a la que le dedicó toda su vida.
En esta entrevista sobre el tema, podremos leer los
conceptos del maestro Pepe Luis Vázquez a finales de los años noventa,
concretamente en 1,999, el año en que se publicó la misma.
Los aficionados de siempre dicen que el toro actual ha
perdido mucho si lo comparamos con el de hace varias décadas. ¿Cuáles son a su
juicio, las deficiencias que presenta el toro de nuestra época? (1,999).
El problema principal del toro actual es que tiene un
peso excesivo. Esa es la causa de todos los males que acarrea en este momento
el ganado.
El toro es muy gordo. Además, en la plaza tropieza también
con un caballo muy grande. En ese choque el toro pierde su moral y entonces no
acomete como tendría que hacerlo. A mi juicio, habría que resolver, básicamente
ese problema; el del tamaño del toro y del caballo que vemos en las plazas.
¿Cómo era el toro al que usted se enfrentó en su
época? ¿En qué se diferenciaba del que se lidia en la actualidad? (1,999).
Yo diría que, ante todo, los toreros de mi época
teníamos que pelear con toros más pequeños y ágiles. Pero insisto en lo del
tamaño del caballo. Para mi es muy importante porque el tercio de varas condiciona
al toro para el resto de la faena. El animal da más juego si el caballo no es
muy grande.
Antes se podía esperar del toro más resistencia, se le
daba más pases ligados, que es toreo más puro y más bonito.
¿Quién es el responsable que al toro le falte todo eso
que usted ha señalado?
No creo que haya un único responsable. Desde luego
están los ganaderos, aunque ellos intentaron seguir con el toro de un tamaño
normal, aceptable, perol la afición y la prensa reclaman un toro con mayor
presencia. Y ahora, se pide lo contrario, que sean más pequeños. Lo que está
claro es que el toro de hoy en día pesa mucho y menos bravo. Yo puedo decir que,
en mi época, desde mediados de la temporada, allá por el mes de julio, muchas
veces toreábamos los utreros, los toros que al año siguiente iban a tener ya
esa categoría para ser lidiados en la plaza. Recuerdo que resultaban igual de cuajados
y además te daban más facilidades porque todavía no se habían espabilado tanto.